jueves, 23 de julio de 2020

Una poesía escolar (Análisis Autoespectivo)




Negra Sombra



Luis Aguirre y del Río ( Plumadas Líricas)




Luciano García y Rodríguez (Figuras del Cabildo)-Poesía a la Virgen-



Los España (Linajes compostelanos)



Emilio Villelga, Músico (Escritores Compostelanos)



El valle de Bea (Paisajes diocesanos)




El Arciprestazgo de Barbeiros I


Aurelio Aguirre Galarraga III (Galicia Poética) Correo G. 18-01.1919-



El Arciprestazgo de Bama (Del Año Jubilar) Correo Gallego Nov. 1915-



Afirmación católica de los maestros de Galicia (Sindicalismo Docente)



lunes, 13 de julio de 2020

UNA ANÉCDOTA DE JOSÉ MARÍA MOAR FANDIÑO COMO ABOGADO


UNA ANÉCDOTA
DE JOSÉ MARÍA MOAR FANDIÑO COMO ABOGADO.-

Soy José Luis Moar Rivera, nieto de José María Moar Fandiño.

El médico de Cedeira de los años 50. Alfredo González Brañas. (Conocido en Cedeira por Alfredo Brañas.) Era sobrino del famoso escritor e ideólogo del mismo nombre. 

Cedeira

Se acercó a Santiago para dar el pésame a mis tías cuando falleció mi abuela María del Rosario Vázquez Arias-Carvajal.

Conocí al señor González Brañas siendo yo un muchachito. Y recuerdo perfectamente que en un apartado me dijo:

¿Así que tú eres el nieto de José María Moar Fandiño?

Pues te voy a contar una anécdota de cuando yo era estudiante de medicina en Santiago. Ahora que veo una serie de tv llamada Perry Mason me transporta a aquella época, en la que no existía TV ni ensoñaciones sobre que algún día existiera.

 A un grupito de estudiantes nos encantaba asistir como público, en los momentos que teníamos libres, a los grandes juicios que se celebraban en Santiago. Especialmente los de asesinatos, desapariciones y misterios. Una de las estrellas, entre los abogados de aquel momento era el Sr. Moar Fandiño, muy conocido de mi tío.  

Y te voy a narrar solo un juicio: El sr. Moar era muy religioso. Entre los libros y apuntes que siempre llevaba a los juicios figuraba una biblia.

El juicio sobre un asesinato transcurría con toda normalidad y en un momento de un descanso se fijó en que el abogado contrario tenía una biblia como la suya. Exactamente igual. Aprovechando la pausa cambió las biblias, sin que nadie de los que quedaban en la sala se diera cuenta.

Se reanudó el juicio. El abogado de la otra parte continuó con su exposición muy bien estructurada.

 Es el turno del Sr. Moar. Después de una introducción soberbia, le indica al otro abogado:

“…lo que su señoría acaba de aseverar, ¿lo confirma y asegura tanto como que la biblia que tiene a su lado le pertenece…?

 -“Si, efectivamente”, contestó.  

…A lo que el Sr. Moar responde:

“Abra, por favor, su biblia y lea en voz alta lo que pone en la primera página… “

-Abrió el otro abogado la biblia y tardó un momento en leer...  A fin lo hizo:

 “Esta santa Biblia pertenece a José María Moar Fandiño… “  Leyó, ante la sorpresa de todos los asistentes que en aquella sala nos encontrábamos….

Ese era tu abuelo…. 


Vicente Medina